Esclerosis múltiple: entendiendo la enfermedad y sus cuidados
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en la que el sistema inmunológico ataca por error la mielina, la capa que recubre y protege las fibras nerviosas. Esto interrumpe la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, provocando síntomas que varían de una persona a otra.
¿Qué causa la esclerosis múltiple?
La causa exacta aún no se conoce, pero existen factores de riesgo asociados:
- Predisposición genética.
- Factores ambientales (falta de vitamina D, exposición a ciertos virus).
- Mayor incidencia en mujeres que en hombres.
- Edad de inicio más común entre los 20 y 40 años.
Síntomas más comunes
La esclerosis múltiple puede afectar diferentes funciones del cuerpo:
- Fatiga persistente.
- Problemas de visión (visión doble, borrosa o pérdida temporal).
- Entumecimiento u hormigueo en brazos, piernas o rostro.
- Dificultad para coordinar movimientos o mantener el equilibrio.
- Espasmos musculares o debilidad progresiva.
- Alteraciones cognitivas (memoria, concentración).
👉 Los síntomas suelen aparecer en “brotes” o recaídas, seguidos de periodos de remisión.
Diagnóstico y tratamiento
- Diagnóstico: resonancia magnética, análisis de líquido cefalorraquídeo y pruebas neurológicas.
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Tratamiento: la EM no tiene cura, pero existen terapias para controlar su progreso:
- Medicamentos modificadores de la enfermedad (interferones, anticuerpos monoclonales).
- Corticoides para tratar los brotes.
- Rehabilitación física y terapia ocupacional para mantener movilidad.
- Apoyo psicológico y manejo de síntomas específicos (dolor, fatiga, depresión).
Consejos para pacientes
- Mantener una rutina de ejercicio ligero y constante.
- Seguir una dieta equilibrada rica en antioxidantes.
- Evitar el estrés y cuidar la salud emocional.
- Dormir lo suficiente y respetar los ciclos de descanso.
- Asistir regularmente a controles médicos y neurológicos.
Vivir con esclerosis múltiple hoy
Aunque la esclerosis múltiple es una enfermedad de por vida, los avances en los tratamientos han permitido a muchos pacientes mantener una buena calidad de vida, reducir la frecuencia de brotes y conservar su independencia.